miércoles, 2 de septiembre de 2009

Negra noche


El mercado emocional de primera mano se agota, se acaba, se esfuma, se extingue. Es un echo. Y yo sin embargo siento la necesidad de sentir que eso no es cierto, de demostrar algo indemostrable. Y siempre me acabo dando cuenta de que la mayoría de los humanos tenemos que fingir que nuestro corazón es más sano que el de nadie, que todos estos corazones que laten (muchas veces al unísono) están siempre amaneciendo. Siempre bombeando, siempre latiendo a toda vela, siempre en busca de más adrenalina, siempre sintiendo, siempre en busca de aquel ansiado sentimiento llamado felicidad. Y es mentira. A estas alturas, me he cansado de encontarme con ese tipo de corazones que agrietan más el mío a cada nuevo latido, a cada nuevo bombeo de sangre por mis venas. Porque me he dado cuenta de que ninguno de estos corazones está sano. De que a estas alturas, todos recurrimos al mercado de segunda mano; repleto de corazones usados, maltratados, marchitos, fisurados, rotos, a reformar, a punto de estallar de rabia y tenemos suerte cuando no están de derribo. Pero todos ellos siempre se encuentran en un eterno anochecer...

1 comentario:

  1. estar en el mercado de segunda mano, muestra que hemos vivido, sin experiencias para poder mejorar nuestros corazones , nunca los haremos mas fuertes,y queremos que sean fuertes no lofF¿?
    en negra noche, anochezer, nosotras dos volveremos a juntarnos un dia, y ese dia nos arreglaremos, entraremos a un par de garitos de calella llamados "discotecas" y seremos felices por una noche, ligando bebiendo, y BAILANDO

    tequieroo cosiita(L)

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